miércoles, 30 de mayo de 2012

hasta la nariz

Y un día todo lo que pediste se te cumple. Dejaste trabajar en un lugar que odiabas, te podés levantar a cualquier hora y vivir de tus ahorros. Ahora, en vez de pasar las horas de almuerzo googleando lo que te gustaría hacer y que otros hacen, tenés tiempo para hacerlo. Te podés teñir el pelo de verde y ponerte un piercing donde más quieras. Podés salir a cualquier hora, volver a cualquier hora y con cualquier acompañante. Podés volver a la facultad, ir a un curso de lo que se te ocurra, retomar danza o quedarte tomando sol en la terraza. Todo lo que deseabas, lo tenés. Y ahora lo único que querés es quedarte en la cama. Con la frazada hasta la nariz.