domingo, 28 de noviembre de 2010
viernes, 26 de noviembre de 2010
jueves, 25 de noviembre de 2010
and back to school
Sí, me anoté en el CBC. Sí, obvio que salí horrible en la foto carnet. Y sí, también me da un poco de miedo empezar todo eso de nuevo. Por suerte es casi gratis y no está dios en cada esquina.
No sé por qué pero mientras caminaba por Ciudad me dieron unas ganas locas de esuchar Teenage Riot y descubrí que le sienta muy bien.
No sé por qué pero mientras caminaba por Ciudad me dieron unas ganas locas de esuchar Teenage Riot y descubrí que le sienta muy bien.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
muy high fidelity
martes, 23 de noviembre de 2010
everything in it's right place
Me gusta cuando esas cosas que pensaste que te iban a afectar pasan y ya no te afectan. Seems to me that times have changed. Ch-ch-ch-changes.
ghibli-like
creo que dios ya no me quiere
O nos persigue Mandinga. Esa fue la conclusión del fin de semana porque todo, absolutamente todo, nos salió al revés. Era como Destino Final pero en la vida real, lo malo es que nunca entendimos cuál era el mensaje ni quién nos lo mandaba.
El sábado, después de que nos cancelaran dos súper fiestas, llamamos a un amigo para visitarlo un rato. Primero, cuando se levantó a atendernos se llevó un ventanal por delante. Segundo, cuando por fin llegamos nos dimos cuenta de que estábamos interrumpiendo una mini reunión muy tranquila. No sólo nos instalamos sino que también invitamos a más gente. Y lo peor, todos los que estaban ahí se tenían que levantar temprano al día siguiente.
Quisimos salir al peor lugar de bailanta de los suburbios pero no nos dejaron entrar. Quisimos ir a a comer algo pero estaba todo cerrado. Y mientras volvíamos a casa, resignadas a mirar una película bien grasa, pinchamos una goma en panamericana. Yo pensé que era un helicóptero pero resulta que era que el auto estaba en llanta.
El domingo pasamos la tarde criticando a gente que conocemos, con mucha maldad. No sé bien si fue porque casi no habíamos dormido, porque habíamos pasado mucho tiempo juntas o porque el día anterior nos habíamos reído demasiado. Fue un poco como estar poseídas. A la noche nos confundimos los horarios de los Campos Magnéticos y, aunque nos alegró la parte de poder entrar a tiempo, después hubo una sucesión de cosas muy raras. Yo le digo: ¿Qiuén sos y qué querés de nosotras, eh?
El sábado, después de que nos cancelaran dos súper fiestas, llamamos a un amigo para visitarlo un rato. Primero, cuando se levantó a atendernos se llevó un ventanal por delante. Segundo, cuando por fin llegamos nos dimos cuenta de que estábamos interrumpiendo una mini reunión muy tranquila. No sólo nos instalamos sino que también invitamos a más gente. Y lo peor, todos los que estaban ahí se tenían que levantar temprano al día siguiente.
Quisimos salir al peor lugar de bailanta de los suburbios pero no nos dejaron entrar. Quisimos ir a a comer algo pero estaba todo cerrado. Y mientras volvíamos a casa, resignadas a mirar una película bien grasa, pinchamos una goma en panamericana. Yo pensé que era un helicóptero pero resulta que era que el auto estaba en llanta.
El domingo pasamos la tarde criticando a gente que conocemos, con mucha maldad. No sé bien si fue porque casi no habíamos dormido, porque habíamos pasado mucho tiempo juntas o porque el día anterior nos habíamos reído demasiado. Fue un poco como estar poseídas. A la noche nos confundimos los horarios de los Campos Magnéticos y, aunque nos alegró la parte de poder entrar a tiempo, después hubo una sucesión de cosas muy raras. Yo le digo: ¿Qiuén sos y qué querés de nosotras, eh?
lunes, 22 de noviembre de 2010
miércoles, 17 de noviembre de 2010
akward family moments
Yo creo que cuando era chica mi mamá me hizo pasar un momento así. Si no, seguro que ahora no tendría tantas pesadillas.
(Esta foto era re fea pero en esa misma página hay otras que son medio graciosas)
(Esta foto era re fea pero en esa misma página hay otras que son medio graciosas)
martes, 16 de noviembre de 2010
eso que tienen las chicas lindas
Cuando yo empecé a tomar clases de danza fui a un estudio muy chiquito sobre la calle Mitre. Éramos, entre todas, cinco. Había una que era tan buena que la querías matar, otra que se vestía igual a Amelie y usaba el mismo corte de pelo, otra que era punk y no tenía nada que ver, otra que era gordita y no le salía nada (esa me daba un poco de pena) y Karen, que era linda.
Como al año Karen dejó de ir. La profesora dijo que la habían llamado de una obra de teatro y que estaba trabajando mucho en publicidad, porque era tan linda que hacía gráficas y esas cosas.
Un día cambié de estudio y en la clase nueva estaba Karen. Claro que ella no se acordaba mi nombre porque ella era "la linda" y las chicas así no se acuerdan mucho de la gente normal.
Lo raro es que de repente Karen me dejó de parecer tan linda. De repente me parecía re competitva y bastante grotesca. No era que competía conmigo, porque ella ya había avanzado como dos niveles más que yo, así que no fue que me empezó a desagradar por eso. Era como que se esforzaba demasiado, hablaba demasiado, gritaba demasiado, todo demasiado.
Volví a cambiar de estudio y no la vi más. Hasta hoy, que me la crucé en una estación de subte. La ví ahí, esperando el tren, cansada, con una mochila gigante y esas zapatillas horribles que usan las bailarinas para que no se les baje el arco del pie. Y ya no me pareció linda, ni competitiva, ni grotesca. En verdad, me dio un poco pena.
Como al año Karen dejó de ir. La profesora dijo que la habían llamado de una obra de teatro y que estaba trabajando mucho en publicidad, porque era tan linda que hacía gráficas y esas cosas.
Un día cambié de estudio y en la clase nueva estaba Karen. Claro que ella no se acordaba mi nombre porque ella era "la linda" y las chicas así no se acuerdan mucho de la gente normal.
Lo raro es que de repente Karen me dejó de parecer tan linda. De repente me parecía re competitva y bastante grotesca. No era que competía conmigo, porque ella ya había avanzado como dos niveles más que yo, así que no fue que me empezó a desagradar por eso. Era como que se esforzaba demasiado, hablaba demasiado, gritaba demasiado, todo demasiado.
Volví a cambiar de estudio y no la vi más. Hasta hoy, que me la crucé en una estación de subte. La ví ahí, esperando el tren, cansada, con una mochila gigante y esas zapatillas horribles que usan las bailarinas para que no se les baje el arco del pie. Y ya no me pareció linda, ni competitiva, ni grotesca. En verdad, me dio un poco pena.
lunes, 15 de noviembre de 2010
domingo, 14 de noviembre de 2010
este no es un blog religioso
Lo aclaro porque en todo los posts aparece Jesús o María o Dios o la Austral. Pero es que está en todos lados. Y el otro día, mientras hacía tiempo para entrar al Museo de Ciencias Naturales me encontré con un colegio religioso que estaba todo decorado con angelitos y frases sobre el niño dios. Al final de algunas algún gracioso había rematado con aerosol rojo.
Era imposible sacar toda la medianera con el teléfono pero en el original se lee "Dejen que los niños vengan a mí". Yo sólo pude sacar desde "vengan a mí".
Para que se lea mejor, una de más cerca.
Básicas, sí, pero me hicieron reír. Sobre todo la del Padre Grassi.
Era imposible sacar toda la medianera con el teléfono pero en el original se lee "Dejen que los niños vengan a mí". Yo sólo pude sacar desde "vengan a mí".
Para que se lea mejor, una de más cerca.
Básicas, sí, pero me hicieron reír. Sobre todo la del Padre Grassi.
le doy gracias a la vida
Viste esos días en que no te dan muchas ganas de nada más que de lamentarte por todas las cosas de tu vida. Bueno, hoy me moría de ganas de hacerlo todo el día, por eso salí a patinar a esa hora en la que todo se ve lindo y puse un disco bien tranquilito. Y justo, pero justo cuando estaba en un momento tan nostálgico que no podía más me entró un mosquito en el ojo. Y me tenté de risa. Yo creo que era la vida misma que me decía que tiene mejores cosas para mí.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
marimekko
Encontré la casa de ropa donde me vestiría toda la vida. Tiene como algo de los 50's, algo de Japón y esas cosas tejidas con patterns que me encantan.
martes, 9 de noviembre de 2010
domingo, 7 de noviembre de 2010
llena eres de gracia
En verdad, si hay algo que le falta al local de María Vázquez es gracia. La tercera vez que pasé delante de su vidriera entré. Pero no por gusto sino por desesperación. Sabía, mientras pasaba por una especie de zaguán decorado como Jurassic Park de un parque de diversiones muy berreta, que no iba a encontrar nada bueno. Sabía, mientras miraba la bandeja de vidrio tipo dinners llena de bombones que estaba sobre el mostrador, que nada podía ser de buen gusto. Sabía, pero igual pregunté y me probé el vestido que, finalmente, compré. Y no estuvo para nada mal. Así que... Gracias María. Y chau Austral.
viernes, 5 de noviembre de 2010
cola de paja
Últimamente mi pelo está sospechosamente más sedoso y maleable que de costumbre. Parece como si supiera que lo voy a cortar dentro de muy poco.
jueves, 4 de noviembre de 2010
austral, qué ganas de no verte nunca más
Y yo que pensé que comprarme un vestido me iba a llevar dos horas máximo. Igual, que aprendí, aprendí.
Error número 1. El barrio: Recoleta. Primero, porque hasta un pedazo de tela de raso con encaje te sale 800 petrodólares. Segundo, porque todos los vestidos de fiesta que hay son de ese estilo hippie chic y no da, no quiero ir a mi graduación disfrazada de los años setenta.
Error número 2. Todo bien con ir a una entrevista y ponerte zapatitos pero si tenés que caminar 30 cuadras buscando un vestido que no vas a encontrar mejor calzarse unas llantas.
Error número 3. No sólo mirar detenidamente la vidriera de uno de esos locales de vestidos de fiesta muy grasa con mucho satén sino también entrar, preguntar, dejarte persuadir por la vieja triste que los vende, probártelo y mentirle diciéndole que te encanta el vestido pero querés que tu mami lo vaya a ver con vos y que seguro que antes de que cierren volvés y te lo comprás.
Ah, y parece Jesús le firma las vidrieras a las viejas paquetas del barrio.
Error número 1. El barrio: Recoleta. Primero, porque hasta un pedazo de tela de raso con encaje te sale 800 petrodólares. Segundo, porque todos los vestidos de fiesta que hay son de ese estilo hippie chic y no da, no quiero ir a mi graduación disfrazada de los años setenta.
Error número 2. Todo bien con ir a una entrevista y ponerte zapatitos pero si tenés que caminar 30 cuadras buscando un vestido que no vas a encontrar mejor calzarse unas llantas.
Error número 3. No sólo mirar detenidamente la vidriera de uno de esos locales de vestidos de fiesta muy grasa con mucho satén sino también entrar, preguntar, dejarte persuadir por la vieja triste que los vende, probártelo y mentirle diciéndole que te encanta el vestido pero querés que tu mami lo vaya a ver con vos y que seguro que antes de que cierren volvés y te lo comprás.
Ah, y parece Jesús le firma las vidrieras a las viejas paquetas del barrio.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
las lecciones de la cera
Fui a "el lugar", me mandaron arriba, con Natalia. Y mientras estaba ahí, medio sufriendo, Natalia me dice que se nota que la tengo clara porque seguro que muy bien no la estaba pasando pero, como me relajaba, estaba todo bien. Bien para ella y bien para mí. "Como todo en la vida, es mejor cuando estás relajado ¿o no?", me dice Natalia. La verdad es que no sé, Nati, nunca intenté hacer el resto de la vida relajada. Pero creo que debería, por ahí me sale todo mucho mejor.
martes, 2 de noviembre de 2010
aguante los ramones
Y aguante no hacer nada de todo lo que tenés que hacer, pepararte un gin tonic y tirarte a tomar sol al lado de la pileta. Pensé que no iba a decir nunca esto pero vivir en Pilar puede ser muy mágico.
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