martes, 16 de noviembre de 2010

eso que tienen las chicas lindas

Cuando yo empecé a tomar clases de danza fui a un estudio muy chiquito sobre la calle Mitre. Éramos, entre todas, cinco. Había una que era tan buena que la querías matar, otra que se vestía igual a Amelie y usaba el mismo corte de pelo, otra que era punk y no tenía nada que ver, otra que era gordita y no le salía nada (esa me daba un poco de pena) y Karen, que era linda.
Como al año Karen dejó de ir. La profesora dijo que la habían llamado de una obra de teatro y que estaba trabajando mucho en publicidad, porque era tan linda que hacía gráficas y esas cosas.
Un día cambié de estudio y en la clase nueva estaba Karen. Claro que ella no se acordaba mi nombre porque ella era "la linda" y las chicas así no se acuerdan mucho de la gente normal.
Lo raro es que de repente Karen me dejó de parecer tan linda. De repente me parecía re competitva y bastante grotesca. No era que competía conmigo, porque ella ya había avanzado como dos niveles más que yo, así que no fue que me empezó a desagradar por eso. Era como que se esforzaba demasiado, hablaba demasiado, gritaba demasiado, todo demasiado.
Volví a cambiar de estudio y no la vi más. Hasta hoy, que me la crucé en una estación de subte. La ví ahí, esperando el tren, cansada, con una mochila gigante y esas zapatillas horribles que usan las bailarinas para que no se les baje el arco del pie. Y ya no me pareció linda, ni competitiva, ni grotesca. En verdad, me dio un poco pena.

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