viernes, 21 de enero de 2011

in the fucking wee hours

No puedo leer, ni mirar una película, ni dibujar, ni escribir y mucho menos, dormir. Estoy acá y espero que pasen las horas hasta estar tan cansada que me meto en la cama y pienso en no pensar.
No, no hay revelaciones. Pero todo, absolutamente todo, se corrió de su lugar.
Sólo a mí me pasa. Los otros no tienen por qué entender. Y al final es siempre así, uno con uno. Y está bien, así funciona.

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